El corazón no solo duele cuando existe un problema físico, una angina de pecho o un infarto. El corazón también "duele" cuando nos toca enfrentarnos a una pérdida. En estas circunstancias es saludable recordar que cuando ocurre una pérdida, sea de la índole que sea, pasamos por las 5 etapas del duelo:
1. La negación, donde queremos evitar ver la realidad y aceptar las cosas como son.
2. La ira, etapa en la cual nos enojamos contra nosotros mismos y con quienes hayan participado directa o indirectamente en la pérdida.
3. La negociación, en la que aceptamos y valoramos lo que sí tenemos y cuáles son nuestras fortalezas para sobrellevar la pérdida.
4. La tristeza, que siempre estará presente y más cuando, por la costumbre, nos adaptamos a quien ya no está.
5. La aceptación, etapa a la cual todos queremos llegar para superar el dolor y seguir nuestro camino.
Nunca encontraremos las razones de muchas circunstancias que nos ocurren en la vida, pero a veces, con el paso del tiempo, entendemos que todo tiene una razón de ser y que de toda experiencia dolorosa se aprende y nos ayuda a crecer. Las pérdidas son parte de la vida.
